Seguramente reconoces el famoso reality show Shark Tank, el cual consiste en que un emprendedor se presenta ante un grupo de magnates conocidos como “tiburones” y les expone su negocio o idea de negocio para tratar de convencerlos de invertir en esta a través de una oferta (tener un porcentaje de participación, un lugar en la dirección, etc).
Lo que pasa con Shark Tank es que ¡es increíble! Es muy entretenido ver a los emprendedores desbordar pasión, ver cómo le hacen frente a los tiburones, hacen propuestas, reciben otras, ganan o pierden. El reality emociona y, a la vez, educa.
¿Cuántos emprendedores que lo han visto no sueñan con conseguir un trato con los tiburones y, con ello, hacer crecer su empresa?
Pero Shark Tank tiene un lado que no es tan amable: los tratos, en ocasiones, no son nada favorables para los emprendedores. No siempre conseguir un trato y recibir una inversión es la mejor opción de financiar un negocio.
Hay quienes siguen con devoción el camino típico que creen les dará resultados:
Pero como dice John Mullins, experto en financiamiento y creador de The Customer-Funded Business, esto nunca funciona así:
¿Entonces cómo financiaron sus empresas sin inversores? Lo hicieron a través del dinero de sus clientes, es decir, a través de modelos de negocio donde sean los clientes quienes vayan inyectando de capital a la empresa; así pueden concentrarse en crecer y no en pagar deudas o regresar inversiones.
Los inversores pueden ser un arma de dos filos
Recuerdo un episodio de Shark Tank USA en especial. Una pareja de emprendedores no salió muy beneficiada al realizar un trato, mientras que los inversores se llevaron una gran rebanada del pastel (la ganancia debería ser mutua). La pareja quería obtener una inversión de $600,000 dólares en efectivo por una participación del 7% en su compañía; terminaron cediendo un 9% de su compañía por un préstamo de $600,000 de Lori Greiner, mismo que tendrían que devolver en 2 años. No lograron conseguir una inversión, sólo un préstamo.
Y no es que los inversores sean "malvados", sino que su preocupación es hacer un trato que les beneficie y permita ganar dinero. Pero al involucrar a un inversor en tu compañía, podrías:
Una mejor forma de financiamiento: tus clientes
1. Modelo intermediador: empresas reúnen a compradores y vendedores, no poseen o tocan lo que se compra y vende. Lo utilizan empresas como Uber, Airbnb, Amazon.
2. Pago por adelantado: el vendedor pide a los clientes que paguen los servicios o productos por adelantado, inclusive antes de crearlos. Lo utilizan empresas como Dell, Tesla, Funovation.
3. Suscripción: el cliente acepta comprar bienes o servicios que se entregan y pagan repetidamente por un período prolongado. Lo utilizan empresas como Netflix, Televisión de paga, Revistas, Periódicos.
4. Escasez: el vendedor restringe lo que está disponible para la venta, tanto en tiempo como en cantidad. Lo usa Apple, Mango, Zara.
5. Servicios a productos: la empresa comienza ofreciendo servicios personalizados a un cliente, cuando los adquiere, se le ofrecen productos que se venden por sí solos. Microsoft, Ricoh, IBM, lo utilizan.
Muchos emprendedores se emocionan por conseguir grandes cantidades de capital. Lo celebran como si fuera un logro, lo que no saben es que al conseguirlo, el trabajo apenas comienza. Aunque pueda parecer atractivo recibir la inversión y apoyo de un gran magnate, hay otras formas de financiamiento más seguras que te permitirán hacer crecer tu negocio y mucho más rápido. Los emprendedores se han malacostumbrado, creyendo que sólo levantando capital podrán sacar adelante su negocio, sin enfocarse en lo más importante: su producto y sus clientes.
¿Quieres aprender los 5 modelos de John Mullins y aprender con su ayuda cómo implementarlos en tu empresa? No te pierdas el evento "Cómo financiar tu negocio sin Capital Emprendedor", el próximo 23 de agosto en la Ciudad de México.
Con información de Business Insider y Milenio Diario