Seguro has escuchado alguna vez acerca del término BHAG, el cual es un acrónimo para Big – grande, Hairy – peluda, Audacious – audaz, Goal – meta u objetivo. Básicamente es un objetivo grande, audaz y peludo, a largo plazo, que te da algo de miedo pero te ayuda a tener claro y alineado a donde quieres llegar.
Este concepto fue creado por Jim Collins, un término lanzado en su libro Build to Last, en el menciona que este objetivo a largo plazo debe ser creado para definir a donde quieres llegar en los próximos 10 a 30 años.
El BHAG más famoso del mundo es el de Windows:
“Una computadora en cada escritorio, en cada casa y oficina del mundo”
Bill Gates, en los años 80.
En ese momento todos le dijeron a Bill Gates que estaba loco, cómo iba a ser posible tener en cada escritorio de cada casa, un computador corriendo Windows, cuando en ese momento habían 200 computadoras en el mundo que pesaban 3 toneladas cada una, estaban en unos cuartos grandes y debían tener programadores especiales para manejarlas. Sin embargo él tenía una meta clara y en 30 años la conseguiría.
¿Qué pasa cuando sabes a dónde quieres llegar? Es mucho más fácil planear desde el futuro hasta el presente. Si tienes claro en dónde quieres estar en 30 años, puedes definir dónde vas a estar en 20, en 10, en 5, en un año e incluso en un trimestre.
Y, ¿de qué te sirve tener una meta a largo plazo? Te sirve para alinear a proveedores, clientes, accionistas, tu equipo… esto por que la gente se va sumando. Tus sueños se cumplen por la cantidad de gente que se asocia contigo y te ayuda para lograrlo. Si tú quieres vender algo a alguien, véndele tu visión. El BHAG es una visión, un sueño, no una meta, y la gente se emociona con los sueños.
Cuando voy a contratar a alguien, lo primero que le pregunto es: "¿dónde te ves en 20 años?" y si su objetivo es muy alejado del mío -o no tienen claro a dónde llegar- sólo puedo decirles: felicidades, te va ir muy bien pero no en esta empresa. Si alguien sabe a dónde quiere llegar y ambos podemos ayudarnos a llegar a ese objetivo, les digo: “perfecto, estás cerca a donde yo quiero llegar", sobretodo porque es mucho más fácil alinearlos.
Por lo tanto lo importante es cuando alguien llega a ti, tú le puedas decir exactamente a dónde quieres llegar y tengas muy claro el camino; no será un camino totalmente recto, podrías irte de lado y encontrarte con nuevos senderos, pero si tu objetivo es claro sabrás hacia dónde te diriges.
Y esto hace que los negocios crezcan mucho. Las empresas más exitosas del momento tienen un BHAG:
¿Qué elementos necesita un BHAG para ser exitoso?
Primero descubre qué te apasiona profundamente, o en tu negocio cuál es su enfoque, ¿qué problema busca resolver en el mundo? Después pregúntate si puedes ser el mejor en el mundo. Por ejemplo, a mí me gusta mucho el ciclismo, pero tengo más de 40 y no entreno a diario; es imposible que pueda ser el mejor en ello. Tenemos que ser realistas aunque sin dejar de ser ambiciosos. Y el tercer elemento, ¿qué multiplica tu utilidad? Es decir, pregúntate si te puede ser redituable o cuál es la forma de obtener una ganancia de ello. Encuentra el elemento que se repita en las 3 y ese será tu objetivo a largo plazo.
Por ejemplo, el BHAG de mi empresa, Growth Institute engloba esos 3 elementos:
En conclusión, es muy importante que tengas tu objetivo a largo plazo, que puedas lograr entre 10 años a 30 años. Algunos piensan: “yo ya no estaré aquí en 30 años”, aunque así sea, te obligarás a hacer un motor que funcione sin que tú estés. Así todos los días en la mañana te levantarás pensando: ¿qué debo hacer hoy para acercarme más a conseguir mi BHAG? Ahí tu cabeza empieza a revolucionar y a pensar diferente, para alinear tus actividades y llegar a tus objetivos.
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