En ocasiones previas en este espacio hemos hablado sobre las 4 etapas de crecimiento que atraviesan las empresas para pasar de ser pequeñas start-ups a empresas consolidadas en su industria y, aunque atravesar con éxito estas etapas requiere de múltiples factores, uno de los más determinantes para lograrlo es el liderazgo.
El papel del líder es crucial, pues los líderes somos quienes determinamos el rumbo de la empresa e influimos en su impacto en el mercado, por lo que, para hacer crecer la empresa, el crecimiento del líder debe ir a la par de esta. Aunque la transición de ser un emprendedor a ser el director ejecutivo es compleja, entender cada etapa del liderazgo y las necesidades de la empresa, ayudará a tener enfoque y claridad a lo largo de este complejo camino. Pero antes...
¿Cómo es que alguien se convierte en un emprendedor?
A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de conocer cientos de dueños de negocios quienes
me han compartido una gran variedad de historias sobre cómo llegaron a ese puesto (desde heredar el negocio hasta comenzarlo desde cero), la realidad es que la mayoría de nosotros no pensamos en “convertirnos en emprendedores”, es un puesto que simplemente sucede para muchos.
Comenzamos una compañía porque tenemos una visión, una meta, un producto o un proyecto en el que creemos y el cual buscamos expandir. Es entonces que, al pasar a la acción nos vemos obligados a tomar un puesto de liderazgo y hacernos cargos como emprendedores; de un momento a otro, nos convertimos en líderes de empresas en crecimiento.
El problema es que muchos fallan o se estancan en las etapas porque no entienden las cambiantes necesidades de su empresa. Debemos ser conscientes que la mentalidad y los conocimientos que te ayudaron a poner en marcha una Start-up (etapa 1), no serán los mismos para dirigir una Grow-up (etapa 2), una Scale-up (etapa 3) o una empresa Dominante de su industria (etapa 4).¿Cómo crecen las empresas?.
Primero, hagamos una pregunta mejor, ¿por qué no todas las empresas crecen? Cada año se crean millones de empresas, pero solo el 4% de ellas crecen desde su puesta en marcha hasta el siguiente nivel. Aproximadamente el 0,4% de ellas logran convertirse en empresas en crecimiento. ¿Por qué es eso? Todas las empresas tienen un límite de complejidad cuando intentan crecer, y los emprendedores necesitan diferentes herramientas para superar la complejidad que cambia de un tamaño a otro.
Las empresas, al querer pasar de una etapa a otra atraviesan algo que se llama el "Valle de la Muerte”, un bache de cambio crucial en donde debemos estar preparado, dominar ciertas competencias que te permiten estar preparado para la nueva etapa y continuar creciendo. Muchas empresas fracasan y mueren en este valle, y muchas otras se quedan estancadas.
Durante la etapa inicial de tu empresa, cuando es sólo una Start-up, cuentas con pocos empleados —no más de cinco— por lo que tú como líder estás involucrado en todas las áreas: planeas, compras, administras, vendes. En esta etapa inicial necesitas desarrollar una mentalidad técnica, administrativa y emprendedora. Es normal que durante esta etapa cambie mucho tu plan de negocios, ya que te encuentras validando tu producto, conociendo a tu competencia y el comportamiento de tu mercado. Al desarrollar una mentalidad emprendedora, podrás llevar a tu empresa más allá al levantar capital, abrir nuevos mercados, generar alianzas, dar conferencias, buscar canales de difusión de mercadotecnia.
Es atemorizante cuando te das cuenta, por primera vez, que no solo eres responsable de servir a una comunidad de clientes y socios, si no que también tu equipo y sus familias dependen del éxito del negocio. ¿Por qué contratar al equipo adecuado?Ahora delegas y ya no tienes influencia directa en el producto que vendes, por lo que necesitas obtener el equipo correcto.
En la tercera etapa Scale-up la empresa cuenta con 15 a 250 empleados, por lo que tú te conviertes en un líder de líderes: eres responsable de ayudar a otros a dirigir sus equipos; entenderlos de forma estratégica para ponerlos en un lugar que tenga un impacto en sus fortalezas y cubra sus debilidades. El reto consiste en delegar y confiar en tu equipo.
Ser un líder de líderes significa enfocarse más en la estrategia que en la operación, identificar las fortalezas y debilidades de cada miembro de tu equipo para ponerlos en un lugar que tenga un impacto en sus fortalezas y cubrir sus debilidades.
Tu enfoque es definir tu lugar en la industria y tu prioridad es escalar. Anteriormente, tu competencia ni siquiera sabía quién eras, ahora tienes la oportunidad de tener un lugar en el mercado.
En la cuarta etapa “Domina tu industria”, es cuando finalmente logras convertirte en un empresario, empresaria: sabes cómo operar tu negocio, nutrir a tu equipo, identificar tendencias en mercados distantes, etc. El reto consiste en determinar cómo dominar la industria a la que sirves, cómo innovar y ser un catalizador de cambio para que la empresa no se quede rezagada.
En esta etapa, tu determinación será dominar tu industria, ser un innovador estratégico, un catalizador de cambio y un policía de su cultura. Es en esta etapa, cuando logras ser un empresario o empresaria, es porque has logrado una estructura de negocios sólida, un modelo sustentable que genera ganancias y un equipo fuerte que ejecuta de manera independiente, sin necesidad de presionarlo por tu parte.